Dirección General de Aguas ante crisis hídrica: “Chile sigue siendo privilegiado porque tiene fuentes de agua disponibles que aún no ha utilizado”

Según Óscar Cristi Marfil, director de la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas, las plantas desalinizadoras son una muy buena opción pero no son la solución final para la crisis hídrica: eficiencia en el riego y la reutilización de aguas servidas son alternativas “extraordinarias” que van a contribuir en un mediano y corto plazo.

 

 

Imagen: Biofactoría Gran Santiago Aguas Andinas.

Reporte Sostenible, 6 de abril, 2020

“Una de las preguntas que tenemos que hacernos es ¿cuáles son las fuentes de agua que tenemos? Antes teníamos los ríos, ahora hay cada vez menos agua en los ríos, entonces hemos acudido a los acuíferos, pero los acuíferos han comenzado a reducirse, entonces uno se pregunta si esto podría mejorar y comienza a trabajar  en el supuesto que esto no va a mejorar y por tanto ¿de dónde sacamos agua?”.

 

Con esta interrogante comienza el diálogo que sostuvo Óscar Cristi, director de la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas, con Reporte Sostenible en medio de la Segunda Conferencia Internacional de Desalinización, organizada en Santiago el pasado 11 y 12 de marzo.

 

La máxima autoridad en recursos hídricos del país descarta por el momento (2020), el temido racionamiento que podría afectar a diversas regiones, como la Metropolitana y de Valparaíso, e irrumpe con una visión optimista sobre las fuentes de agua no utilizadas y, por lo tanto, disponibles. 

Óscar Cristi, director de la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas.

“Ante todas estas malas noticias, Chile sigue siendo privilegiado porque tiene fuentes de agua disponibles que aún no ha utilizado”.

 

“La buena noticia es que hay nuevas fuentes de agua que antes no se habían implementado porque no era necesario, pero están: el agua desalada es una fuente nueva que puede entregar la cantidad de metros cúbicos relevante pensando de aquí al 2030. Pero hay otras también que son extraordinariamente interesantes, por ejemplo, impulsar la eficiencia de riego. Esa es una alternativa de fácil desarrollo que nos podría generar una cantidad muy importante de agua”, agrega. 

“El reúso de las aguas servidas que están destinándose al mar es otra fuente importante y esas son soluciones de corto y mediano plazo. Después vienen los embalses, pero éstos se demoran entre 20 y 25 años, pero tenemos soluciones a la mano”, afirma el director.


En cuanto a las plantas desaladoras, Cristi explica que, si bien son una buena alternativa, para la producción de agua potable para el consumo humano, los costos asociados las hacen menos atractivas para la agricultura. 


“Tienes ciudades como Antofagasta donde la población está siendo abastecida por agua desalada, de lo contrario tendrían que estar trayendo agua de la cordillera a un costo alto, entonces ahí tienes una solución puntual. En Atacama se está construyendo una planta, la minería utiliza agua desalada, esos son diferentes ejemplos en los que se están utilizando las plantas desaladoras. Y está quedando fuera la agricultura, que es el gran demandante de agua, o sea, el 72% del agua lo utiliza la agricultura, entonces, si estamos pensando en soluciones de agua, también tenemos que pensar en el sector agrícola, y entre minería y agricultura tenemos el 14% del PIB, y además nosotros comemos lo que produce la agricultura, entonces también necesitamos agua para las personas pero también para los alimentos”, agrega. 

“La eficiencia de riego es una alternativa de fácil desarrollo que nos podría generar una cantidad muy importante de agua”, señala Óscar Cristi.

Norma


Sobre el proyecto de ley que busca normar el desarrollo de la industria de la desalación, Cristi comenta que ésta es una materia nueva y, sobretodo, la discusión de cómo lograr una normativa que promueva el desarrollo de la desalinización. 


“El Estado no va a ser capaz con sus recursos de hacerlo, y hay empresas privadas, hay capitales extranjeros y nacionales que sí están interesadas en hacerlo. Ahora, la discusión se refiere a que estas plantas ocupen el agua y dejen fuera el consumo humano, pero eso es parte de la normativa. Basta con una norma, por ejemplo,  que diga que cada planta desaladora tenga que dejar reservado un caudal para consumo humano, que siempre va a ser bajo con respecto al resto de los usos. Es decir, que no exista la posibilidad de no dejar agua para satisfacer el consumo humano”. 


Al respecto, el director de la DGA manifestó su confianza en que los parlamentarios escucharán las alternativas que existen para mejorar dicho proyecto de ley, y que se podrá consensuar la mejor alternativa que beneficie el consumo humano y satisfaga las necesidades industriales. | RS